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Las Esculturas

Luis Ortiz Monasterio

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Luis Ortiz Monasterio fue un escultor mexicano conocido por sus monumentales obras como el Monumento a la Madre y la Monumental Fuente de Nezahualcóyotl en el Parque Chapultepec. Su trabajo fue reconocido en 1967 con el Premio Nacional de Artes y fue miembro fundador de la Academia de Artes.

Con una carrera de más de sesenta años, Ortiz Monasterio es una de las principales figuras de la escultura mexicana en el siglo XX. Es uno de los pocos que se mantuvo activo durante el dominio del movimiento del muralismo mexicano y uno de los pocos del siglo para ser recordado.

✍ Biografía

Infancia y Formación

Luis Ortiz Monasterio nació en la Ciudad de México el 23 de agosto de 1906. Escultor y maestro. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes (1921–24) con Ignacio Asúnsolo.

El artista comenzó su carrera en 1927 como profesor de dibujo en la Escuela de Maestros Contructores de la Secretaría de Educación Pública. Al regresar a México en 1931, luego de haber concluido sus estudios en los Estados Unidos, fue designado para enseñara «talla directa» en piedra, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas ENAP, continuando hasta hasta 1962. También enseñó en La Esmeralda.

En 1928, Ortiz Monasterio regresó a Los Ángeles para esculpir a tiempo completo, teniendo su primera exposición individual en la Book Shop Gallery y una posterior en la Galería de Arte Gump en San Francisco.

Grandes obras

Su capacidad creativa y originalidad se ven mejor en sus creaciones más personales. En la década de 1930 creó una serie de esculturas de piedra que lo hicieron conocido por su originalidad de forma y textura:

  • El soldado herido (1932)
  • La Victoria (1935)
  • El nacimiento de Apolo (1936)
  • La Venus (1937)

Tuvo dos espectáculos en la Galería de Arte Mexicano y en la UNAM en 1935 y 1936. En 1946 participó en la Exposición Internacional de Escultura en el Museo de Arte de Filadelfia, que adquirió una obra llamada Cabeza de mujer (1945). Otra pieza fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Obras monumentales

Su éxito en Estados Unidos lo trajo de regreso a México, recibiendo comisiones por obras monumentales. El primero de ellos fue El llamado de la revolución en piedra, tallado entre 1932 y 1934. El siguiente en una técnica similar, fue El esclavo, que desde entonces se ha perdido. Las obras posteriores incluyen los relieves de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, el Monumento a los defensores de la ciudad de Puebla (1943), el Monumento a la Madre en el Parque Sullivan (1948), la Fuente Nezahualcóyotl en el Parque Chapultepec, el Pórtico para el abierto teatro aéreo de la Plaza Cívica del complejo de casas Unidad Independencia y la escultura Tigres y Águilas en el Centro Médico Nacional del IMSS (1963). También creó esculturas para ciudades como Xalapa y Acapulco.

Premios y Homenajes

El primer premio por su trabajo fue un premio en escultura de la Secretaría de Educación Pública en 1946. En 1967 recibió el Premio Nacional de Artes en escultura. En 1968 fue miembro fundador de la Academia de Artes y luego recibió un diploma y una medalla por su carrera docente en ENAP. Homenajes póstumos incluyen uno en 1992 en la Galería OMR, y una retrospectiva en 2011 en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.

Sin embargo, desde su carrera, aproximadamente el quince por ciento de su trabajo falta o está destruido y gran parte del resto está en condiciones deterioradas, especialmente las obras monumentales.

Muerte

Luis Ortiz Monasterio mantuvo un interés constante en el uso de diversos materiales y en la búsqueda de nuevas formas de expresión; Expresó sentimientos nacionalistas a través del uso de fuentes precolombinas. En la década de 1960 prefirió el hormigón policromado y el bronce en su trabajo personal y adoptó un enfoque geométrico casi abstracto. Murió en la Ciudad de México el 16 de febrero de 1990.