Con más de 35 años de trabajo artístico, Jorge Marín ha entrado con éxito en la escena artística de México y se ha convertido en un representante de la escultura figurativa internacional. Jorge Marin ha participado en más de 200 exposiciones colectivas e individuales. Sus obras han sido expuestas en galerías y museos de Francia, España, Portugal, Turquía, Alemania, Bélgica, Hungría, Rumania, Costa Rica, Panamá, El Salvador, Guatemala, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, Bélgica, Dinamarca, China, Singapur, Indonesia y México.
Las Alas de Jorge Marín, originalmente exhibidas en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, son parte del proyecto llamado ocho ciudades, ocho culturas; Habiendo ya instalado como parte de esto, esculturas monumentales en vías públicas en las ciudades de: México, Berlín y Tel Aviv, convirtiéndose en referencia icónica de sus obras. El arte de Jorge Marín es capaz de penetrar en la vida cotidiana de los humanos y transformarse en momentos únicos, cambiar el paisaje urbano, transmitir y contar historias, propias y de otros.
Biografía
Nacido en México en 1963, Jorge Marín tiene una notable carrera artística con más de 150 exposiciones en América Latina, Estados Unidos y Europa. Numerosas colecciones importantes poseen una de sus esculturas.
Hay un tema constante en la escultura de Jorge Marín, que es el cuerpo como una entidad que contiene el espíritu, que siempre aparece en el esplendor de su estado físico.
Hoy en día, el cuerpo se concibe más como un espacio que como un objeto en sí mismo. Es el escenario de la lucha humana, así como su síntesis y su memoria. Así, la figura humana narra el propio devenir de la humanidad, y el cuerpo es, después de todo, simplemente paisaje.
Si bien es cierto que esta serie de cuerpos tiende a basarse en el triunfo de sus posturas acrobáticas, metafóricamente, estos cuerpos hablan y se rinden a la tentación del riesgo y la profecía bíblica de fallar y caer de este dudoso paraíso en el que vivimos.
Esculturas de Jorge Marín
Las esculturas en bronce de Jorge Marín reflejan la fuerza intrínseca y la fuerza que emana de su creación y le permite al artista construir cuerpos dinámicos, llenos de movimiento, que desafían la gravedad y giran en el espacio apoyado en un punto. Las obras de arte de Jorge Marín representan la lucha entre la frialdad del bronce y las diversas emociones que evoca el sujeto: el balance perfecto de los equilibristas y sus figuras aladas se ha convertido en su sello particular.
Otro rasgo notable en el trabajo de las esculturas de Jorge Marín es la máscara, un intento de despersonalizar sus esculturas y convertirse en otro medio de expresión de un cuerpo que contiene símbolos universales en sí mismo. Jorge Marín ha incursionado en diversas dimensiones escultóricas, desde miniatura a monumental, el formato se ha exhibido tanto en México como en el extranjero, aprovechando el espacio público, generando un diálogo sin precedentes entre la obra de arte y el espectador, que es igual a la monumentalidad de un par de Alas que son cómplices de personajes fantásticos que, en cuadrados y crestas, se integran en el mobiliario.