La Venus de Tan-Tan de la Edad de Piedra, descubierta junto al río Draa, cerca de la ciudad marroquí de Tan-Tan, se considera una de las obras de escultura prehistórica más antiguas conocidas por la arqueología.
Su descubrimiento, unos 18 años después de la otra estatuilla de antigüedad y morfología similares en los Altos del Golán (la Venus de Berejat Ram), apoya la idea de que ambos objetos son auténticas obras de arte de la época anterior al Homo sapiens, sobre todo a la vista de las investigaciones microscópicas realizadas por Alexander Marshack, que confirman que la Venus del Golán fue incisa por la mano del hombre, y no por la naturaleza.
Descubrimiento de la Venus de Tan-Tan
La Venus de Tan-Tan fue encontrada durante una excavación en la orilla norte del río Draa por Lutz Fiedler, arqueólogo estatal de Hessen (Alemania). Se encontraba entre dos capas inalteradas: una inferior con sedimentos, fósiles y artefactos del Período Achelense (al menos 500.000 a.C.), y otra superior que databa del Achelense Medio (aproximadamente 200.000 a.C.).
Datación
En consonancia con su ubicación arqueológica, la Venus de Tan-Tan ha sido datada en el periodo 200.000-500.000 a.C., lo que la convierte en contemporánea de la Venus del Golán de Berekhat Ram y en el arte más antiguo de África. Esto significa que no fue realizada por el Homo sapiens neanderthalensis, sino por el más primitivo Homo erectus.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los pueblos Achelenses del noroeste de África, que habitaban parte de la principal ruta migratoria de Asia a Europa occidental a través de Gibraltar (la ruta centroeuropea del norte estaba muy afectada por las condiciones glaciares), habrían incluido razas emprendedoras y técnicamente avanzadas procedentes del sudeste asiático, lo que da mayor credibilidad a la noción de bellas artes Achelenses.
Características y Descripción
Fabricada en cuarcita moderadamente metamorfoseada, la Venus de Tan Tan mide aproximadamente 6 centímetros de largo, unos 2.6 centímetros de ancho y 1.2 centímetros de grosor. Pesa unos 10 gramos. En su superficie hay unas 20 manchas diminutas de un material rojo ceroso brillante, identificado como hierro y manganeso, aunque no está claro si se trata de una forma de pintura ocre aplicada manualmente.
Al igual que la Venus de Berekhat Ram, su forma humanoide está sugerida por surcos específicos grabadas en la figurilla. Algunas de estas marcas definitorias son atribuibles a la naturaleza, otras son el resultado de haber sido golpeada con una herramienta o una piedra.
Controversia
Posiblemente, si no fuera por la existencia de su hermana del Golán, la Venus de Tan-Tan sería clasificada como un fenómeno puramente natural. Sin embargo, como ya se ha dicho, las dos estatuillas se apoyan mutuamente en su condición de auténticas obras de arte de la Edad de Piedra.
Además, recientes investigaciones arqueológicas en la India han descubierto ejemplos de arte rupestre (los petroglifos de Bhimbetka) de una cultura de la Edad de Piedra aún más antigua, lo que da más credibilidad a la idea de que el arte fino humano se originó en el Paleolítico Inferior o en los primeros años del Paleolítico Medio, y no en el Paleolítico Superior, como se pensaba.
Sin embargo, una cuestión que sigue sin resolverse es la «brecha» que existe actualmente entre el periodo Achelense, que dio lugar a los venus Tan-Tan y Berejat Ram (200.000 a.C.), y el periodo paleolítico superior (alrededor de 30.000 a.C.), que dio lugar a la mayor parte del arte prehistórico conocido.
¿Qué ocurrió durante el intervalo entre estos dos periodos?
Las únicas obras de arte conocidas que se crearon durante esos años son los grabados abstractos de la cueva de Blombos y los grabados en cáscara de huevo de Diepkloof, descubiertos en Sudáfrica.
¿Por qué no se han encontrado más obras de arte?