Mirón de eléuteras fue uno de los mejores escultores de la Escultura Griega Clásica Temprana. Era famoso por sus esculturas de atletas poderosos y animales reales. Produjo principalmente esculturas de bronce y fue considerado como uno de los escultores más versátiles e innovadores en su época. Su estatua más famosa, que solo existe en forma de copias de artistas romanos, es la famosa figura de bronce de un lanzador de disco conocido como Discobolo (425 a.C).
Biografía
Nacido en Eléuteras, una pequeña ciudad en las antiguas fronteras de Beocia y el Ática, Mirón vivió la mayor parte de su vida en Atenas. Poco se sabe de su vida, y lo que sabemos, proviene de fuentes literarias antiguas, principalmente del escritor del siglo I Plinio. Según Plinio, Mirón absorbió el arte de la escultura de Ageladas de Argos, el mismo maestro que enseñó tanto a Fidias (488 – 431 a.C) como a Policleto (siglo V a.C). Plinio escribió que Mirón fue el primer escultor en lograr representaciones realistas en la escultura figurativa. Por verdadero que sea esta afirmación, es justo decir que Mirón dominó su oficio y fue dotado en su habilidad para crear movimiento, armonía y naturalismo.
El período principal de actividad de Mirón fue durante el período posterior a las victorias griegas sobre los persas en 480 – 79 a.C, cuando las comisiones abundaban. Se dice que sus estatuas se han dispersado por todo el mundo griego, con algunas concentradas en la Acrópolis de Atenas. Por lo que se sabe, Mirón trabajó exclusivamente en Bronce, a excepción de una estatua de Hecate, que estaba forjada en madera.
Obras de Mirón
Las esculturas de mirón más importantes
Discobolo: El Lanzador de Disco
Aunque Mirón esculpió representaciones de dioses y héroes, se hizo famoso principalmente por sus representaciones de atletas. Discobolo, era una representación de un lanzador de discos (Mirón capturó el momento en que se completa un movimiento y el atleta hace una pausa para la siguiente) acaba de completar su movimiento hacia atrás, tiene el brazo estirado y está a punto de comenzar el movimiento hacia delante.
El trabajo fue ampliamente admirado por capturar la inestabilidad de un movimiento instantáneo y combinarlo con una composición de equilibrio y armonía. La estatua se diseñó dentro de un solo plano, lo que significa que solo debía verse desde los lados. El original ya no existe, pero hay una excelente copia de mármol, hecha en tiempos de los romanos, ahora se encuentra en el Museo Nazionale Romano, Roma. Plinio también menciona una fundición de bronce de Ladas el Corredor (476 a.C), un atleta que cayó muerto en el momento de la victoria. Fue un ganador olímpico de la carrera a pie y fue representado de puntillas al comienzo de la carrera. No se han identificado copias. Otra obra popular fue la de Licino (448 a.C) ganador de la Olimpiada.
Vaca de bronce de Mirón
Según Plinio, otra obra famosa en la antigüedad fue la vaca de Mirón, que era tan real que se confundía con la realidad. La vaca, sin embargo, parecía haber ganado su fama por actuar como una estaca en la que se colgaban epigramas. No queda información ni copias, por lo que no tenemos idea de la postura del animal, pero sí sabemos que se encontraba en el mercado de Atenas. También menciona un perro que fue fundida en bronce. A diferencia de otros artistas de la época, Mirón no parece haber establecido una escuela de arte, su único alumno conocido es su hijo Lykios.
Mirón alcanzó fama en su época, comparable solo a la de Policleto. Los críticos antiguos sostenían la opinión de que la habilidad de Mirón no alcanzaba la perfección clásica completa, mientras que los primeros escritores del Imperio Romano constantemente se refieren a Mirón como uno de los más grandes escultores griegos, una señal de que su reputación contemporánea se mantuvo alta.